el verano infernal del '77

Recientemente, tuve la suerte de poder ver Summer of Sam (1999), una película injustamente repudiada del a veces controversial pero siempre interesante Spike Lee. El año es 1977 y el lugar es la ciudad de Nueva York, durante un verano que pareció enloquecer a toda la población dentro de una ciudad que, en ese momento, se caía a pedazos y seguía hundida en la bancarrota. Lee se enfoca en un grupo de cuatro jóvenes ítaloamericanos, las personas que los rodean y el barrio que habitan. Este pequeño grupo puede dividirse en dos parejas: Por un lado, Vinny (John Leguizamo) y Dionna (Mira Sorvino), que disfrutan de la música disco, el baile y la vida nocturna para dejar en segundo plano sus problemas maritales, producto de las continuas infidelidades de Vinny. Por el otro, Ritchie (Adrien Brody) y Ruby (Jennifer Esposito), quienes ya no se sienten identificados con el resto del barrio y deciden sumirse en la cultura punk, convirtiéndose en "bichos raros" para todos sus amigos. Y entonces, ¿quién es Sam?, se preguntarán...bueno, el título hace referencia a Son of Sam o David Berkowitz, un asesino serial que aterrorizó a la ciudad ese mismo año, sembrando un clima de paranoia hasta el día de su captura, donde aseguró que cometió los asesinatos a causa de algún tipo de orden satánica del más allá.

Esta es la ocasión perfecta para desarrollar lo que, en mi opinión, es uno de los aspectos que generó y genera rechazo por parte de la audiencia en relación a esta película. El hecho de que su nombre sea Summer of Sam y no Son of Sam es relevante, porque, justamente, no es una película sobre el asesino en sí, sino sobre un momento dentro de un cierto período en la historia de una de las ciudades más famosas del mundo. David Berkowitz y sus crímenes sirven como contexto dentro de la trama y su mención en el título sirve como símbolo de toda la locura que hizo estallar, metafóricamente, a Nueva York y a sus habitantes. Yo asumo que muchos individuos que decidieron ver esta película tenían la ilusión de que fuera una especie de biografía sobre un psicópata y su revolver, pero en cambio vieron algo que no se parece en absoluto a eso. Lee no se manejó con la intención de crear un documental, sino más bien capturar el espíritu y energía de ese momento particular en la sociedad y aplicarlo a un determinado grupo de personas.

De todos modos, no pienso que sea una obra perfecta, para nada, no es concisa, se desvía constantemente de un lado a otro y por momentos se enfoca demasiado en cosas que son una pérdida de tiempo (¿posible exceso de escenas de sexo sin relevancia?), en fin: podría haber sido más corta si hubiera ido al grano. Pero, personalmente, no me irritaron estos aspectos, es más, en mi caso los vi como algo apropiado para una historia que se basa en un período loco, incoherente y salvaje. Eso sí, claramente no será del agrado de todos, pero eso no quiere decir que no se merezca que le den una oportunidad. Me encanta que Lee haya sido capaz de darle ese toque sucio y realista que la ciudad solía tener en dicha década (basándome en películas y fotografías, claro), especialmente teniendo en cuenta que fue filmada luego de la "Disney-ficación" de Nueva York. Se ve auténtico y natural, tanto que casi se puede oler la basura pudriéndose en las calles y el sudor excesivo a causa del as altas temperaturas y la constante exaltación producida por el ambiente de otros tiempos. 

Como es de esperarse al ser una obra de Spike Lee, el tópico principal de Summer of Sam es la tensión: tensiones raciales, tensiones sociales y la discriminación por ser diferente o por estar "afuera" de un determinado grupo. Ritchie solía formar parte de la comunidad de su barrio, pero cuando vuelve luego de haberse ido durante un tiempo, sus vecinos no pueden evitar mirarlo como si fuera un enfermo y juzgarlo por vestirse con ropa llamativa, adornarse el cuello con collares de perro, peinar su pelo a lo punk y hablar con acento inglés (super fanático de The Who). Todos intentan alejarse de él, menos Ruby, quien está sumamente interesada en él y aburrida de su fama como la zorra del barrio, quiere un cambio de ambiente, de estilo y de vida. Ambos escapan  de las normas y códigos del barrio, se mudan y empiezan a tocar con su propia banda en el infame club CBGB. Pero sus antiguos vecinos y conocidos, enceguecidos por la paranoia, el miedo, el odio, la violencia y la intolerancia, deciden sin ningún tipo de prueba concisa, que Ritchie DEBE ser el asesino que todos intentan atrapar.

Ritchie (Brody) y Ruby (Esposito) son, definitivamente, los personajes que más empatía produjeron en mí, junto con Dionna (Sorvino), porque dan la impresión de ser los más cuerdos y bien intencionados entre de toda la locura y la violencia, a pesar de ser jóvenes perdidos y sin dirección. De hecho, algo con lo que tuve cierta dificultad fue poder soportar al personaje de Vinny (Leguizamo), alguien que no puede dejar de ser infiel con numerosas mujeres pero es incapaz de asumir la responsabilidad de sus actos, culpando a Dios o a una supuesta enfermedad que cree tener, inventando todo tipo de excusas para no afrontar la crueldad de sus actos hacia su esposa Dionna, que vive para hacerlo feliz. Es un hombre que no se casó con su esposa porque la amara, sino porque creyó que al casarse, algo dentro de sí mismo le impediría seguir engañando a su mujer. Y, aparte de todo lo mencionado, Vinny termina traicionando a su amigo Ritchie y se une al grupo de los vecinos que quieren lincharlo por creer que es el asesino. En fin, no es un personaje muy agradable que digamos, y la actuación de Leguizamo no me convence del todo, aunque no es de un mal nivel, pero debo admitir que la escena entre él y Sorvino en la que ella se marcha me resultó espectacular y una de las mejores de la película, en términos de actuación. Todas las actuaciones son convincentes y funcionan bien dentro del producto final, aunque no me puedo resistir a fantasear sobre la idea de que, originalmente, mi querido Michael Imperioli iba a interpretar a Ritchie, aunque Brody brinda una de sus mejores trabajos, pero bueno, cuando uno es fanático a muerte de Los Soprano no puede evitar pensar en eso.

Los personajes secundarios son, como suelen serlo en las películas de Lee, entretenidos, con mucha personalidad propia y están bien logrados. En especial, se destacan Ben Gazzara como el jefe mafioso local, Michael Rispoli como el desagradable Joey T,  Brian Tarantina y Mike Starr. Visualmente, gracias a la directora de fotografía Ellen Kuras (Eternal Sunshine of the Spotless Mind) y Lee, la película es sumamente colorida y atractiva.

Espero que a lo largo del tiempo, Summer of Sam vaya adquiriendo la apreciación que realmente merece, como parte del repertorio de Spike Lee y parte de las grandes películas que relatan las historias de Nueva York en sus años pre-Giuliani. Es uno de mis mejores hallazgos cinematográficos en lo que va del 2016.