mean streets


Mean Streets (1973)
Director: Martin Scorsese
Guión: Martin Scorsese y Mardik Martin
Actores: Harvey Keitel, Robert De Niro, David Proval, Richard Romanus, Amy Robinson
Cinematografía: Kent Wakeford

Cada tanto, uno se encuentra con ciertas películas que lo emocionan, lo inspiran y lo sorprenden. Martin Scorsese debutó con su primera película en 1967, Who's That Knocking At My Door, pero no fue hasta 1973 que realmente llamó la atención con Mean Streets. Scorsese acababa de terminar de dirigir un proyecto del productor Roger Corman llamado Boxcar Bertha, con David Carradine y Barbara Hershey, pero el joven director se sentía frustrado. Uno de sus amigos y mentores, el gran cineasta independiente John Cassavetes, le aconsejó que corriera el riesgo de crear una película personal que le generara pasión, que no volviera a gastar otro año de su vida dirigiendo algo que no valiera la pena. Y así fue como Scorsese decidió seguir ese consejo y, junto con Mardik Martin, escribió el guión para lo que más tarde sería Mean Streets, basándose en la cultura, las experiencias por las que pasó y distintas personas que conoció durante su infancia y adolescencia en el barrio neoyorquino de Little Italy. 

En un principio, el título de este nuevo guión era Season Of The Witch y se centraba en el conflicto interno de un hombre que tiene la posibilidad de convertirse en alguien importante dentro de la mafia de su barrio, pero que tiene fuertes creencias religiosas y siente culpa por el estilo de vida que lleva. El título terminó siendo cambiado a Mean Streets, sacado de un ensayo escrito por Raymond Chandler, famoso autor de novelas policiales. Esta película no sólo puso a Scorsese en el mapa de la nueva ola de cineastas norteamericanos que revolucionaron el cine durante esa época, sino que fue el empujón que finalmente puso en marcha las carreras de Harvey Keitel, y especialmente, de Robert De Niro.


Mean Streets esta ambientada en Little Italy, un barrio, que como su nombre lo indica, es habitado más que nada por inmigrantes italianos o descendientes de ellos y esta impregnado por la rica cultura de ese país. Rara vez, a lo largo de la película, vemos otra parte de la ciudad que no sea ésta. Charlie (un jovensísimo Harvey Keitel) es el sobrino de una respetable figura de la mafia dentro del barrio, que le ofrece la oportunidad de convertirse en el dueño de un restaurante. Pero Charlie tiene un problema que se interpone en su camino: sus amigos, más que nada el errático Johnny Boy (Robert De Niro). De hecho, describirlo como errático sería poco. Johnny no puede parar de meterse en problemas y en peleas, y le debe dinero a casi todo el mundo, a veces hasta pareciera que se jactara de tener tantas deudas y no hacer nada al respecto. Todos le aconsejan a Charlie que se aleje de su amigo, pero él siente que tiene la responsabilidad de ayudarlo porque si él no lo hace, nadie más se ocupará. También permanece a su lado porque es como una manera de redimirse de la culpa que lo atormenta, hace una buena acción: ayudar a Johnny. Por otro lado, Charlie mantiene una relación secreta con la prima de Johnny, Teresa (Amy Robinson), tildada de loca por ser epiléptica. Ya el hecho de que se lo asocie con Johnny arruina la reputación de Charlie, y si se supiera de su relación con Teresa sería aún peor.

En The Godfather, dirigida por Francis Ford Coppola y estrenada en 1972, los mafiosos que protagonizan la historia viven en casas grandes, visten trajes elegantes y tienen dinero de sobra. En cambio, los criminales de Mean Streets son todo menos elegantes y adinerados. Coppola decidió contar la historia de su película como si fuera una obra de Shakespeare, algo épico, pero Scorsese simplemente se basó en lo que mejor conocía: las calles de su barrio.

Mean Streets también marcó el comienzo del ya famoso y casi excesivo uso de música en las películas de Scorsese, cosa que me encanta. El soundtrack es una mezcla de pop y rock and roll de la época que se escucha en los bares, con melodías de música italiana tradicional y ópera que se oyen desde ventanas y balcones. Aunque uno le quitara todos sus brillantes aspectos técnicos y estéticos, la película seguiría siendo una de las mejores que Scorsese ha realizado durante toda su carrera, y eso se debe más que nada a que fue la primera colaboración del explosivo dúo del director y el entonces prácticamente desconocido Robert De Niro. El actor ya había aparecido en otras películas, pero este personaje fue el que finalmente le trajo éxito y reconocimiento. Desde el instante en el que la cámara nos presenta a Johnny Boy, resulta imposible dejar de mirarlo y de prestarle atención a cada uno de sus movimientos. Harvey Keitel, quien ya había colaborado con Scorsese en el pasado, protagoniza la película con convicción y logra encontrar la forma de destacarse junto a De Niro, a pesar de que su interpretación sea más sutil.


La cinematografía de Kent Wakeford está influenciada por elementos de la nueva ola francesa de la década del sesenta, por la cual Scorsese tiene una gran afinidad, y también por elementos realistas del cine de Cassavetes, trabajando dentro de las limitaciones de su presupuesto. Esta mezcla le aporta a la película un tono de realismo y una cierta energía impredecible, pero aún así hay un marcado expresionismo presente a lo largo de la historia. Scorsese aportó su propia voz para los monólogos internos de Charlie, la voz que escucha en su cabeza. Aparentemente decidió hacerlo para separar a los pensamientos de Charlie de sus actos, como si dos personas distintas habitaran su cuerpo. 

Mean Streets nos muestra la experiencia de ciudadanos ítalo-americanos que buscan cumplir la fantasía que tienen del "sueño americano", pero para lograrlo sienten que deben hacer trampa y depender de métodos ilegales. Recurren a la violencia y a la intimidación para defender lo que creen suyo, con desenlaces caóticos. Otro aspecto relevante de la película es el remordimiento de Charlie, propulsado por sus creencias religiosas. Siente culpa por casi todo lo que hace o piensa, preguntándose constantemente si Jesús ve algo de dignidad o valor en él.

El joven Scorsese de aquél entonces consiguió crear una película audaz, original y personal que superó todas las expectativas. Desde 1973, se ha convertido en uno de los cineastas más prolíficos e increíbles de la historia y es definitivamente una de mis más grandes inspiraciones. 





















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