Mujeres al frente: Nina Simone



En un pueblo de Carolina del Norte, en Estados Unidos, vivía una niña, su nombre era Eunice Waymon. Eunice era negra y creció en el sur segregado de mediados de siglo XX. Tocaba el piano, bah, no sólo lo tocaba, sino que era una artista prodigio. A los doce años se ganó la oportunidad de dar su primer recital de música clásica en una iglesia local. Pero mientras se preparaba para deleitar al público con sus melodías, Eunice se dio cuenta de que sus padres, quienes se habían sentado en primera fila, fueron obligados a sentarse al fondo del salón, porque los negros, verá usted, no tenían permitido ocupar la primera fila de nada. Ese era el lugar del hombre blanco. La joven pianista se negó a tocar hasta que sus padres pudieran volver a sus asientos originales. Este fue el primitivo comienzo de su futura participación en el movimiento de los derechos civiles de la década de los sesenta. Pero no nos adelantemos tanto.

Luego de graduarse, Eunice estudió durante unos meses en Julliard, una prestigiosa escuela de artes, preparando su audición para ingresar al Instituto de Música Curtis, en la ciudad de Filadelfia. Allí podría continuar perfeccionando su técnica, fantaseando sobre algún día tocar en los teatros más famosos de Nueva York, del país y, ¿por qué no?, del mundo entero. Sin embargo, el color de su piel nuevamente fue un factor decisivo en su vida y su carrera: su solicitud fue rechazada por el instituto. Desmotivada y con esperanzas prontas a esfumarse, Eunice decidió concurrir a clases de piano particulares, aunque jamás volvió a reenviar su solicitud al conservatorio. 

Para mantenerse económicamente, comenzó a cantar y tocar en bares, alrededor de la zona este del país. Resulta que tenía una voz bastante interesante, el público la recibía con calidez. Pronto se dio cuenta de que Eunice Waymon no era un nombre muy sofisticado que digamos, era una oportunidad para cambiar de piel, probarse una nueva; su nueva identidad: Nina Simone, una combinación entre el apodo que le había puesto un novio y la actriz francesa Simone Signoret. Nina Simone no tocaba música clásica en iglesias ni estudiaba en conservatorios como Eunice, Nina tocaba "la música del diablo", jazz y blues, hasta altas horas de la noche, rodeada de humo y alcohol. 

Eventualmente, Nina grabó un disco, bajo el título de Little Girl Blue, que tuvo un moderado éxito, su primer éxito, y la llevó a firmar su primer contrato discográfico. De todos modos, dicho contrato y el control que la compañía discográfica ejercía sobre ella no significaban gran cosa para nuestra artista, lo que más le importaba era, como lo fue siempre, perfeccionar su técnica y continuar con la música clásica, tocando en espacios cada vez más grandes y para audiencias más numerosas en Manhattan.

Durante este periodo, Nina se casó con un policía, que luego se transformó en su manager y en el padre de su hija, Lisa. A lo largo de la década de los sesenta -y después de un cambio de discográfica-, su éxito fue creciendo a pasos agigantados, Eunice, que ya no era Eunice, se había convertido en una estrella. Pero sus intereses iban más allá de ser una celebridad, de cantar canciones de amor que agradaran a una audiencia blanca, que no asustaran. Nina era una mujer de carácter fuerte que había sido víctima del racismo y de los prejuicios toda su vida; no podía quedarse de brazos cruzados, disfrutando de copas de champagne mientras la sangre de sus hermanos negros era derramada en las calles. A su esposo no le gustó en lo absoluto este cambio, temía que su mujer dejara de ser comercial, que si empezaba a expresar lo que realmente ocurría en su interior asustaría al hombre blanco y perdería dinero. 

Aún así, Nina, de espíritu indomable, se encaminó en una nueva dirección, aquella que creara un puente para encontrarse con su identidad negra, con sus ancestros, y que le diera la oportunidad de usar su arte como un arma contra el racismo que brotaba de las raíces de Estados Unidos, junto con la sangre, el algodón, la tierra y el sudor de los que vinieron antes que ella, encadenados. Nina ya había tomado una decisión: esta vez, el color de su piel no sería una condición negativa que le impediría cumplir sus sueños, sino que ahora sería una fortaleza, una vía a través de la cual canalizar su furia, su orgullo, sus injusticias, su belleza, sus orígenes, sus gritos de batalla, su arte. En 1964, por primera vez durante un concierto, Nina expresó lo que sentía sobre el racismo y lo que estaba ocurriendo a su alrededor; cantó la canción "Mississippi Goddam"

"Mississippi Goddam" fue su respuesta ante dos de los sucesos más repugnantes y violentos de toda la historia: el asesinato a sangre fría del activista Medgar Evers por parte de un supremacista blanco perteneciente al Ku Klux Klan; y el atentado terrorista a una iglesia en Birmingham, Alabama, en el que fueron asesinadas cuatro niñas negras. La canción fue escrita por Nina, "escribirla fue como tirarles diez balas de vuelta a ellos", dijo, "vino a mí en una fiebre de furia, odio y determinación". Esta nueva "imagen" de la artista no fue bien recibida por todos, como era de imaginarse, siendo boicoteada en varios estados del sur del país. Nina no volvió a dar ni un paso atrás, había encontrado aquello a lo que realmente quería dedicar su tiempo y su talento. Como su esposo tanto temió desde un principio, cuanto más crecía el activismo y el compromiso político de Nina, más declinaban sus ventas. Muy poco le importó. 


Nina continuó grabando canciones sobre la violencia racial, como "Backlash Blues", "Ain't Got No (I Got Life)", "I Wish I Knew How It Would Feel to Be Free" y "To Be Young, Gifted and Black", inspirada en la obra de teatro que la dramaturga y amiga de Nina, Lorraine Hansberry dejó sin terminar a causa de su temprano fallecimiento. En 1968, Martin Luther King, pastor y uno de los activistas más importantes del movimiento de los derechos civiles, fue asesinado, marcando el fin de una era para muchos que veían en él la promesa de un futuro mejor. Nina le dedicó la canción "Why? (The King of Love Is Dead)". En su autobiografía, escribió sobre este período de su vida, "me sentí más viva en ese entonces que ahora, porque era necesitada y podía cantar algo que ayudara a mi gente"

Durante la década de los setenta, diversos aspectos de la vida de Nina empezaron a desmoronarse, especialmente su popularidad y su matrimonio, su comportamiento se volvió errático, como si, de pronto, estuviera perdida y desorientada en su propia mente, desasociada de su cuerpo y con dificultad para manejar sus emociones, que variaban de un extremo a otro. Decidió alejarse de su pareja, quien era abusivo, violento y no hacía otra cosa que traer más caos, y se mudó a Barbados, donde sobrevivió durante varios años sin un sostén económico.

Ya en la década del ochenta, Nina reapareció para brindar algunos conciertos aquí y allá, en distintas ciudades europeas. Sin embargo, los problemas no habían acabado: tras intentar regresar a Estados Unidos, se exilió, nuevamente, en Barbados con el fin de escaparse de las autoridades norteamericanas, que la amenazaban con una orden de arresto a causa de impuestos sin pagar. Vivió en África, Suiza, Países Bajos y, finalmente, sentó cabeza en Francia. A fines de los ochenta y en los noventa, Nina comenzó a ser revalorizada como artista, en principio gracias a que Chanel usó su canción "My Baby Just Cares For Me" en un anuncio publicitario.

También a fines de los ochenta, Nina, con ayuda de su hija y de algunos amigos, descubrió por qué, durante años, su comportamiento había sufrido tantos cambios dramáticos y sus emociones le resultaban prácticamente imposibles de controlar, difíciles do comprender: fue diagnosticada con trastorno bipolar. Finalmente pudo encontrar las respuestas a cientos de por qués, entender las razones de cuestiones que, anteriormente, parecían no tener sentido. 

https://www.abc.es/cultura/20150710/abci-nina-simone-201507091834.html

Tras su muerte en el 2003, las cenizas de Nina fueron desparramadas en distintos países africanos, volviendo, de alguna forma u otra, a sus orígenes. El legado de Nina Simone es enorme y eterno, difícil de articular en palabras. La escritora y activista Maya Angelou (otra mujer increíble), escribió en 1970: "Nina es amada o temida, adorada o no agradada. Pero pocos que han conocido su música o visto su alma reaccionan con moderación".

Nina fue una mujer negra, una mujer negra con carácter, una mujer negra que sufría de una enfermedad mental, una mujer negra que, mediante su arte, logró redefinir su identidad y darle un nuevo propósito como herramienta de revolución, de lucha. Nina cantaba sobre los estándares de belleza eurocentristas que eran violentamente impuestos sobre las mujeres negras, y buscaba inspirar a esas mujeres a romper con aquellas ideas y construir por cuenta propia lo que significaba genuinamente la belleza, la identidad, el ser negra, sin tener en cuenta las imposiciones de una sociedad racista y patriarcal. Nina inspira a desafiar aquellas condiciones que se nos imponen, a enfrentarlas mediante la música, mediante el arte y las palabras. Sacrificó su comodidad y su popularidad al convertir su voz en un medio para un fin: la liberación de su gente.

La fortaleza que emanaba -y hasta el día de hoy sigue emanando a través de su música- no era una ilusión de fortaleza indestructible, sino que, paradójicamente, radicaba en su fragilidad, en su humanidad y sus imperfecciones, en sus canciones sobre mujeres lastimadas, rotas, que sin embargo se vuelven a levantar y siguen adelante. Su vulnerabilidad, ya sea en momentos de furia o melancolía, la convirtieron en una artista única y eterna. Eso es lo que Nina Simone simboliza para mí: fuerza, talento, vulnerabilidad, determinación.

Recomendaciones:

What Happened, Miss Simone? (2015), dirigido por Liz Garbus. Documental sobre la vida y la carrera de Nina, poniendo especial énfasis en su activismo, y sus batallas y conflictos personales.



A continuación, una lista de mis álbumes favoritos de Nina Simone y, en mi opinión, las mejores canciones pertenecientes a cada uno de ellos:

Little Girl Blue (1958)

Little Girl Blue

Mejores canciones:
My Baby Just Cares for Me
I Loves You Porgy
Little Girl Blue
Don't Smoke In Bed

I Put A Spell On You (1965)

I Put A Spell On You (Vinyl)

Mejores canciones:
I Put A Spell On You
Feeling Good
Ne Me Quitte Pas
Gimme Some

Wild Is The Wind (1966)

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Mejores canciones:
Four Women
Lilac Wine
That's All I Ask
Wild Is The Wind

Silk & Soul (1967)

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Mejores canciones:
I Wish I Knew How It Would Feel to Be Free
Save Me
Turn Me On
The Look of Love

Forever Young, Gifted and Black: Songs of Freedom and Spirit (1967)

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Mejores canciones:
To Be Young, Gifted and Black
Why? (The King Of Love Is Dead)
Mississippi Goddam
Ain't Got No - I Got Life
Backlash Blues

High Priestess Of Soul (1967)

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Mejores canciones:
Work Song
Take Me To The Water
Don't You Pay Them No Mind

To Love Somebody (1969)

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Mejores canciones:
I Shall Be Released
Suzanne
The Times They Are A-Changin'
To Love Somebody

Here Comes The Sun (1971)

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Mejores canciones: 
Just Like a Woman
O-o-h Child
Mr. Bojangles
My Way





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