Cinco razones: sing street (2016)
Tomando inspiración de los videos de las "tres razones" de Criterion, decidí empezar a publicar este estilo de post, donde, tras elegir una película, resaltaré los cinco aspectos que más disfruté de ella, es decir, básicamente las cinco razones por las cuales se la recomiendo a cualquier amante del cine.
Para estrenar esta idea, decidí escribir sobre Sing Street, estrenada este mismo año y dirigida por John Carney. La película está ambientada durante 1985 en Dublín y se centra en Conor (Ferdia Walsh-Peelo), un adolescente que intenta encontrar la manera de lidiar con el inminente divorcio de sus padres, una crisis económica, un ambiente escolar desagradable y la experiencia de su primer amor, acompañado por sus nuevos amigos y la música.
1. LAS CANCIONES ORIGINALES
La música original de la película fue compuesta en gran parte por un músico y productor escocés de los 80's llamado Gary Clark, junto con el director John Carney, Ken y Carl Papenfus, Graham Henderson y Zamo Riffman. Los temas son super ochentosos pero con un toque de modernidad y me encantaron, son pegadizos, divertidos, y le aportan credibilidad y encanto a la película. Mis favoritos son "Up", "To Find You", "A Beautiful Sea" y "Drive It Like You Stole It". Todas las canciones fueron cantadas por el actor principal, Ferdia Walsh-Peelo, y me sorprendió mucho que fuera algo que escucharía en mi vida diaria más allá de la película. Definitivamente suma puntos a la hora de apreciar Sing Street,
2. RAPHINA (LUCY BOYNTON)
Raphina es una chica que, a primera vista, parece misteriosa, atractiva, rebelde y algo intimidante, presumiendo sobre su futuro viaje a Londres y su carrera como modelo, pero al conocerla, nos damos cuenta de que es frágil y acomplejada, escondida detrás de una máscara, pero aún así completamente entrañable y con un gran corazón. Lucy Boynton la interpreta con una enorme calidez y carisma, y a pesar de que el personaje podría terminar siendo un cliché más de la ya sobrevalorada Manic Pixie Dream Girl, la actriz logra encarar la situación con una humanidad y una pasión novedosa que hace resaltar a Raphina entre tantas otras. Cuando la película acaba y aparecen los créditos, Raphina no sólo se convirtió en la musa de Conor, sino en la de todos los que nos enamoramos observándola y conociéndola, no por su belleza o su estilo, sino porque es una persona hermosamente real y vulnerable, llena de vida y sueños por cumplir.
3. LAS INFLUENCIAS MUSICALES
Durante el transcurso del tiempo desde que la banda se forma hasta el final de la película, se ven influenciados por distintos artistas de la época, lo cual se muestra constantemente reflejado en la música que componen y en el modo en que se visten. Conor descubre dichas influencias gracias a su hermano mayor Brendan (Jack Reynor), la personificación de una enciclopedia musical. Algunas de las bandas que forman parte del soundtrack y que marcan cambios en la música de Conor y los chicos son Duran Duran, The Cure, Hall & Oates y The Jam, Si te gusta la cultura popular y la música de los 80's, te resultará entretenido reconocer las miles de referencias que aparecen en la película. Mi momento favorito relacionado con esta razón, es cuando Conor decide transformarse en Robert Smith.
4. REBELIÓN JUVENIL
Una de las situaciones problemáticas con las que debe lidiar Conor a lo largo de la historia, es el cambio a una nueva escuela que resulta ser una experiencia bastante infernal para el joven. Al asistir a clases por primera vez, es recibido con un comportamiento hostil y muy poco amigable por parte de sus compañeros y hasta del director del colegio. Conor se ve hostigado por Barry (Ian Kenny), un chico violento, pero es gracias a él que termina conociendo a Darren (Ben Carolan), quien se convertirá en el primer amigo del protagonista e integrante de la banda. Es genial observar como, a pesar de estar estancado en un lugar que odia, Conor encuentra la manera de sobrevivir mediante la música y un grupo de personas que comparten su forma de pensar. El acto de rebelión decisivo es cuando, nuevamente a través de la música, Conor y los chicos ridiculizan frente a todos al odiado director Baxter (Don Wycherley), un momento glorioso.
5. EL FINAL ESPERANZADOR
¿El acto final de la película es realista? No mucho que digamos. Pero, de todos modos, logra ser una forma preciosa de cerrar la historia y, en ocasiones, está bueno dejar de ser tan cínico. John Carney, el director de la película, ha confesado que se arrepiente del final que escogió, pero yo estoy en desacuerdo. El día durante el cual vi Sing Street, realmente necesitaba algo que me subiera el ánimo, y fue el momento perfecto para verla, me hizo sentir mil veces mejor. Todavía recuerdo la enorme sonrisa que me produjo ese final tan romántico, espontáneo, alegre, y, sí, algo fantasioso. ¿Qué tiene de malo soñar un poco de vez en cuando?
Raphina es una chica que, a primera vista, parece misteriosa, atractiva, rebelde y algo intimidante, presumiendo sobre su futuro viaje a Londres y su carrera como modelo, pero al conocerla, nos damos cuenta de que es frágil y acomplejada, escondida detrás de una máscara, pero aún así completamente entrañable y con un gran corazón. Lucy Boynton la interpreta con una enorme calidez y carisma, y a pesar de que el personaje podría terminar siendo un cliché más de la ya sobrevalorada Manic Pixie Dream Girl, la actriz logra encarar la situación con una humanidad y una pasión novedosa que hace resaltar a Raphina entre tantas otras. Cuando la película acaba y aparecen los créditos, Raphina no sólo se convirtió en la musa de Conor, sino en la de todos los que nos enamoramos observándola y conociéndola, no por su belleza o su estilo, sino porque es una persona hermosamente real y vulnerable, llena de vida y sueños por cumplir.
3. LAS INFLUENCIAS MUSICALES
Durante el transcurso del tiempo desde que la banda se forma hasta el final de la película, se ven influenciados por distintos artistas de la época, lo cual se muestra constantemente reflejado en la música que componen y en el modo en que se visten. Conor descubre dichas influencias gracias a su hermano mayor Brendan (Jack Reynor), la personificación de una enciclopedia musical. Algunas de las bandas que forman parte del soundtrack y que marcan cambios en la música de Conor y los chicos son Duran Duran, The Cure, Hall & Oates y The Jam, Si te gusta la cultura popular y la música de los 80's, te resultará entretenido reconocer las miles de referencias que aparecen en la película. Mi momento favorito relacionado con esta razón, es cuando Conor decide transformarse en Robert Smith.
4. REBELIÓN JUVENIL
Una de las situaciones problemáticas con las que debe lidiar Conor a lo largo de la historia, es el cambio a una nueva escuela que resulta ser una experiencia bastante infernal para el joven. Al asistir a clases por primera vez, es recibido con un comportamiento hostil y muy poco amigable por parte de sus compañeros y hasta del director del colegio. Conor se ve hostigado por Barry (Ian Kenny), un chico violento, pero es gracias a él que termina conociendo a Darren (Ben Carolan), quien se convertirá en el primer amigo del protagonista e integrante de la banda. Es genial observar como, a pesar de estar estancado en un lugar que odia, Conor encuentra la manera de sobrevivir mediante la música y un grupo de personas que comparten su forma de pensar. El acto de rebelión decisivo es cuando, nuevamente a través de la música, Conor y los chicos ridiculizan frente a todos al odiado director Baxter (Don Wycherley), un momento glorioso.
5. EL FINAL ESPERANZADOR
¿El acto final de la película es realista? No mucho que digamos. Pero, de todos modos, logra ser una forma preciosa de cerrar la historia y, en ocasiones, está bueno dejar de ser tan cínico. John Carney, el director de la película, ha confesado que se arrepiente del final que escogió, pero yo estoy en desacuerdo. El día durante el cual vi Sing Street, realmente necesitaba algo que me subiera el ánimo, y fue el momento perfecto para verla, me hizo sentir mil veces mejor. Todavía recuerdo la enorme sonrisa que me produjo ese final tan romántico, espontáneo, alegre, y, sí, algo fantasioso. ¿Qué tiene de malo soñar un poco de vez en cuando?
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