Proyecto Scorsese, parte IV: Actos de violencia cotidiana y el hombre como un animal

RAGING BULL (1980)






















Raging Bull fue un proyecto que tuvo su origen en la pasión de Robert De Niro, quien leyó el libro sobre la vida de LaMotta durante el rodaje de 1900 en Italia y buscaba con completa convicción lograr que Scorsese dirigiera una película basada en dicha historia para que él pudiera interpretar al boxeador. Pero. a pesar de la persuasión de De Niro, Scorsese no comprendía del todo su obsesión con el material y se dedicó a otros proyectos, como Taxi Driver y New York, New York.  Eventualmente, cuando Scorsese tocó fondo, hundido en una crisis relacionada con la droga y dudas sobre la dirección que estaba tomando su carrera, nació un cierto interés en hacer Raging Bull, y fue entonces cuando la pasión de De Niro se convirtió en la pasión de ambos director y actor. 

La historia que cautivó a De Niro era la de Jake LaMotta, un boxeador neoyorquino del Bronx que tuvo éxito en los años 40's y 50's, hasta que perdió todo: su carrera, su peso y su familia, a causa de sus incontrolables episodios de violencia, paranoia, celos y un odio masoquista hacia sí mismo. 

Como mencioné brevemente en el primer párrafo, en un principio, Scorsese no lograba entender la causa de la obsesión que De Niro tenía con el material, hasta que, finalmente, atravesó un período difícil de su vida durante el cual estuvo hospitalizado y del cual pudo salir vivo. Fue entonces cuando, hasta cierto punto, logró entender por qué De Niro quería que él hiciera esta película. Jake LaMotta era un tipo que había tenido éxito, pero luego tocó fondo, aunque de un modo distinto que Scorsese. Pero el problema que se le presentaba era que él no se consideraba un director de cine de género, sino que se veía como alguien influenciado por el neo-realismo y el cine europeo y ponía mucho de sí mismo dentro de sus películas, lo cual era muy complicado con una película de género como lo es el boxeo y con un personaje principal basado en alguien real (1). Aún así, Scorsese logró encontrar la manera de incorporar ciertos aspectos autobiográficos porque, a medida que filmaba la película, fue capaz de comprender que que el ring puede ser cualquier lugar, que el ring es la vida, y que tu peor enemigo sos vos mismo (2). Scorsese cree que la película representa a la condición humana. Un hombre que llega a un cierto punto en su vida donde pierde el control y, algunas personas que llegan a ese punto no logran sobrevivir, pero a veces, a otros, se les otorga una gracia que los ayuda, ya sea a través de un cambio realizado por uno mismo o si uno cree en un ser superior que se encarga de otorgarla. 

A lo largo de los años, Scorsese había visto montones de películas que se empeñaban en explicar el por qué de los actos que realiza el personaje, buscando una explicación para todo. Pero él opina que no se puede explicar a un ser humano en su totalidad con una teoría Freudiana, como que su madre lo menospreciaba o su padre le pegaba. Scorsese quiso ser honesto con respecto al protagonista de la historia, sin interpretar mucho lo que ocurre, es decir, mostrando todas las cosas que LaMotta hace mal, sus errores y su eventual decadencia, pero sin explicación ni moraleja alguna, simplemente lo hace porque es como es, y Scorsese, simplemente, lo captura con su cámara (3).



Originalmente, se suponía que la hermosa cinematografía en blanco y negro de Michael Chapman sería a color, pero el cineasta británico Michael Powell inspiró a Scorsese a tomar una dirección diferente. Scorsese le mostró a Powell una grabación a color en 8mm de De Niro boxeando, pero algo no le convencía y Powell lo reconoció inmediatamente: los guantes. Los guantes eran de un tono rojo chillón, no tenían el mismo rojo oscuro de los guantes antiguos y, por ende, desentonaban con el resto de la película. Scorsese también se dio cuenta de que todos los recuerdos que tenía del boxeo de esa época eran en blanco y negro, porque así eran reproducidos los partidos en la televisión y así se veían las fotos de los boxeadores que salían en las revistas o en el diario. Claro que la vida real no es en blanco y negro, pero en este caso era lo que resultaba más auténtico. Los únicos fragmentos de la película que son a color son los videos caseros de Jake y su familia, los cuales Scorsese utiliza para simbolizar el paso del tiempo, ya que se inspiró en los videos del propio LaMotta, en los que Scorsese pudo percibir el correr de los años y el declive de la relación familiar en los rostros y las expresiones de las personas. El director sentía que estos breves fragmentos capturaban la tragedia de la vida de LaMotta y, para que parecieran realmente viejos, gastados y filmados en baja calidad, Scorsese y Thelma Schoonmaker "arruinaron" las imágenes, rayando los negativos (4).

Powell también tuvo influencia con respecto al final de la película, porque no le convencía la idea de que, durante la última escena, LaMotta recitara a Shakespeare, no le daba la impresión de que tuviera que ver con la esencia del personaje. Entonces, Scorsese y De Niro decidieron que la mejor opción era recitar el famoso monólogo de Marlon Brando en On The Waterfront, porque la iconografía e identidad americana de Raging Bull no encajaba con la obra de alguien como Shakespeare (5). On The Waterfront, o La Ley del Silencio en español, trata sobre un ex boxeador que trabaja para la Mafia, que controla el muelle de la ciudad. Gracias a la compañía de una joven, que es la hermana de una víctima de Johnny Friendly, el jefe de los mafiosos, y al apoyo de un cura, logra redimirse y enfrentar a Friendly. No resulta extraño entonces que Scorsese se inspirara en la escena más famosa de una película sobre la redención de un hombre solitario. 

El legendario diseñador de sonido y editor de efectos de sonido Frank Warner utilizó distintas técnicas y trucos para reflejar el estado psicológico de Jake y como la audiencia lo percibe. Una de esas técnicas fue la idea de usar sonidos de animales, como elefantes y caballos, en algunas escenas violentas, tanto dentro del ring como fuera, para producir una sensación de energía y caos animal, casi primitivo, en el subconsciente del espectador. Warner también logro recrear el sonido que producían los flashes de las cámaras de los años 40's y 50's durante las escenas en las que LaMotta es fotografiado, en especial durante las peleas. En algunas escenas, como por ejemplo, en la pelea que Jake pierde contra Sugar Ray, se colocaban llamas debajo de las cámaras para que las imágenes se vieran levemente distorsionadas y afectadas por el calor, como si estuviéramos en el mismísimo infierno (6), como cuando Scorsese tiñe las imágenes con luces rojas en Mean Streets y Taxi Driver para producir el mismo efecto infernal. Schoonmaker dijo que Scorsese decidió editar la pelea contra Sugar Ray, en la que LaMotta pierde, con una velocidad aumentada para resaltar la brutalidad que sufre. A diferencia de cuando triunfa, cuando pierde, la edición entre tomas es staccato y apresurada, y el familiar ambiente del ring se vuelve claustrofóbico, como si fuera una pesadilla (7).




 Luego de trabajar el guión, a partir del libro, con Mardik Martin, quien colaboró en el guión de Mean Streets, Scorsese y De Niro decidieron acudir a Paul Schrader para que aportara sus ideas. Ahí fue cuando a Schrader se le ocurrió tomar al personaje de Peter Savage, co autor del libro y amigo de LaMotta, y Joey LaMotta, el hermano, y convertirlos en un solo personaje para poder crear una narrativa clásica de dos hermanos, como East of Eden. Este cambio es sumamente importante dentro de la película, porque al centrar la historia en los hermanos, resultó más sencillo y claro mostrar como la paranoia y los celos de Jake aumentaban cada vez más a lo largo del tiempo, llevándolo al límite de desconfiar de la persona más cercana en su vida que siempre lo apoyó (8).

A pesar de que esta película no se encuentra tan conectada a la banda sonora, la música seleccionada por Scorsese, como otras de sus obras, el cineasta tuvo la brillante idea de musicalizar la primera escena con una pieza musical que le gustaba desde que era chico: el Intermezzo de Cavalleria Rusticana, que le da un aire poético y trágico a la película, como si fuera una leyenda épica sobre la caída de un rey. El resto de la película cuenta con canciones de la época en la que transcurre que siempre suenan de fondo durante las conversaciones e interacciones entre los personajes. 

Tras terminar de filmar la película, Haig Manoogian, mentor y profesor de Scorsese en la NYU, falleció de un infarto. Manoogian co produjo Who's That Knocking At My Door?. Scorsese estaba entusiasmado por mostrarle la película, así que al enterarse de su muerte, decidió poner un versículo de la Biblia al final y dedicárselo a su profesor. El versículo es Juan IX, 24-26 y dice: "Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador. Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo." Scorsese asegura que dicho fragmento no alude necesariamente al personaje de LaMotta, aunque puede ser interpretado de ese modo, sino a sí mismo, porque al filmar Raging Bull fue capaz de ver algo en sí mismo que no conocía, que también en parte fue gracias a Manoogian porque lo ayudó a abrir los ojos y poder expresar lo que veía en su mente y su alma en una pantalla, pasarlo a celuloide (9)

Joey (Joe Pesci), minimizado por y bajo la sombra de su salvaje hermano
A pesar de que todas las películas de Scorsese que repasé hasta ahora contienen momentos violentos, sobre todo Taxi Driver, en mi opinión, Raging Bull es la más violenta. No necesariamente porque sea más violenta gráfica o visualmente, sino porque la violencia es uno de los temas principales y de suma relevancia dentro de la historia. Scorsese buscaba ser honesto a la hora de retratar a LaMotta, en sus momentos de debilidad, en sus momentos de paranoia y en sus momentos de furia, retratarlo como un ser humano, un hombre del cine de Scorsese, conflictivo y pecador que, finalmente, busca una redención que, puede o no, serle otorgada. LaMotta fue famoso a causa de aguantar y también infligir una cantidad impresionante de dolor y castigo dentro del ring. Pero esa misma violencia que al comienzo parece estar justificada porque lo hace talentoso en su profesión, luego se convierte en su perdición, junto con la desconfianza que primero siente con respecto a los mafiosos de su barrio, pero que luego se transforma en una paranoia ridícula, apoderándose de su mente y convenciéndolo de que su esposa Vickie (Cathy Moriarty) y su propio hermano Joey (Joe Pesci) lo engañan y conspiran en su contra. Otro de los temas centrales de Raging Bull es como LaMotta usaba el ring para descargar sus demonios personales, lo cual se ve reflejado, por ejemplo, en la escena de la pelea contra Janiro, un boxeador al cual Vickie caracteriza como "atractivo". Jake se vuelve loco de celos y para castigar a su esposa por haber hecho ese comentario, le destroza el rostro de una forma salvaje al boxeador. 

Jake se enamora -o tal vez sólo quiere ser capaz de poseerla-, de Vickie, una adolescente del barrio que hipnotiza a los hombres con su cabello rubio platinado, su rostro bonito y una figura esbelta. Vickie es joven y despreocupada, lo cual facilita que Jake pueda seducirla y conquistarla con su fisicalidad y su carácter violento disfrazado de masculinidad. Ella disfruta la atención que recibe por parte de LaMotta, pero esa misma atención y deseo se convierten en celos enfermizos y la necesidad de ser su dueño, saber y controlar cada uno de sus pasos, sofocándola hasta que su adoración hacia él se desintegra a lo largo de los años. Ese mismo deseo de tenerla como objeto y mantenerla cerca es el mismo que la aleja. Ya es conocida, al menos entre fanáticos de la película, la anécdota de la noche en la que los verdaderos Jake y Vickie LaMotta, ya divorciados, asistieron al estreno de Raging Bull y, sorprendido, él le pregunto: "¿Realmente fui tan malo?", y ella le respondió: "No. Fuiste peor." La realidad es que ambos son víctimas en esta historia, Vickie es víctima de Jake, pero él también es, hasta cierto punto, víctima de sus debilidades, de su frustración y de su violencia. Como afirmaba Scorsese: vos sos tu peor enemigo. Vickie siente un amor genuino por él, o al menos eso pienso yo, y por eso mismo soporta sus ataques de locura y los castigos a los que es sometida, porque de algún modo intenta justificar a Jake y comprenderlo. Un dato interesante es que Scorsese y De Niro no le permitieron a Cathy Moriarty poder reunirse con la verdadera Vickie LaMotta, ya que si la actriz la conocía, querría interpretar al personaje desde el punto de vista de Vickie, lo cual hubiera sido un problema, porque la película es presentada desde el punto de vista de Jake, como él la veía a ella. Esa es la razón por la cual nunca vemos a Vickie cuando no está con Jake o Joey, y por la cual no llegamos a descubrir si tiene algún tipo de interés o ambición más allá de su asfixiante matrimonio con LaMotta. 




A pesar de que Jake no es extremadamente religioso como J.R. o Charlie, a diferencia de Travis, si profesa la fe católica, rodeado de objetos que simbolizan la religión (crucifijos, pinturas y demás elementos) y prestándose al abuso y a los golpes dentro del ring, pidiéndole a su hermano que le pegue o golpeándose a sí mismo, como si fuera la forma en la que paga por sus pecados y descarga su odio hacia sí mismo, como cuando Charlie pone sus dedos y manos sobre las llamas. Según Schoonmaker, Scorsese incluyó imágenes religiosas en la última pelea cuando vemos a LaMotta medio muerto, atendido por el cuidador en su esquina del cuadrilátero, interpretado por el cuidador de LaMotta en la vida real. Y en esta escena, le está poniendo vaselina en la cara al boxeador malherido, pero a causa de los movimientos que hace con sus manos pareciera que le estuviera dando la extremaunción. El director de fotografía Michael Chapman y Schoonmaker aseguran que detalles como este estaban minuciosamente planificados en la mente de Scorsese.

Otro aspecto fundamental es la relación entre los hermanos, Jake y Joey, en la cual Schrader se centró a la hora de reescribir el guión. Desde el comienzo de la película, podemos observar que la persona de más cercanía y confianza en la vida de Jake es su hermano, quien se ocupa de apoyarlo y guiarlo en su carrera como boxeador, intentando reiteradamente controlar su temperamento obsesivo, impredecible y violento. Joey se casa y tiene una familia, pero realmente vive para su hermano. Al igual que Vickie, nunca vemos a Joey sin estar en la presencia de su hermano, excepto en dos escenas: en la que desfigura a golpes a Salvy (Frank Vincent) por estar con Vickie en el Copacabana y la escena en la que está sentado junto a su esposa mirando en la televisión una pelea de Jake. En ambas escenas, el único rol de Joey es, en la primera, defender el honor de su hermano y evitar que se lleve un gran, y probablemente violento, disgusto; y en la segunda, observa la derrota de Jake, sabiendo lo mucho que eso lo afectará. Y, justamente por esto, resulta impactante cuando Jake, totalmente consumido por su paranoia, se aleja de Joey, la persona que más lo amaba y alguien que le dedicó incondicionalmente su vida. Resulta doloroso para nosotros como espectadores porque somos conscientes de lo doloroso que le resulta a Joey que su propio hermano desconfíe de él y lo acuse de traicionarlo. Mi escena favorita de la película, luego del famoso e insuperable momento de Jake en la cárcel, es en la que, cercana al final, Jake y Joey se reencuentran en la calle. Jake luce gordo y decadente, y a Joey le cuesta mirarlo a la cara. Jake se le acerca y lo abraza a la fuerza, con desesperación, mientras ambos se tragan las ganas de lagrimear.

Así es como Scorsese utiliza a los personajes que rodean a Jake para reflejar su forma de ser, en las buenas y en las malas, y aquellos detalles que carcomen su cabeza hasta el punto de perseguirse con todo tipo de cosas. La realidad es que no sabemos en definitiva si LaMotta logra alcanzar alguna clase de redención, creo que queda a una libre interpretación de cada uno. Tal vez, cuando se mira al espejo en la escena final, recitando a Brando, y se dice a sí mismo: "It was you", está comenzando a recorrer el camino de reconocer y aceptar sus errores y su mal obrar. Pero, ¿quién sabe si, aún al llegar al final de dicho camino, le será posible la oportunidad de redimirse?



¿A quién le decís animal, imbécil?

Salvy y los "buenos muchachos" del barrio

Scorsese utiliza esta toma para mostrarnos lo que Jake está observando: 




Scorsese nos muestra lo que Jake esta observando, parte 2:



La "jaula" que separa a Vickie de Jake, el animal, al cual le abrirá las puertas




Estas dos imágenes (la superior e inferior) simbolizan la premonición de Vickie separando a los hermanos y creando conflictos entre ellos, aunque no por culpa de ella sino por los celos enfermizos y paranoicos de Jake


Talismanes religiosos de Scorsese, parte 1
Talismanes religiosos de Scorsese, parte 2

Talismanes religiosos de Scorsese, parte 3




Dichas imágenes a color filmadas con 8mm, de las que hablé más arriba, me recuerdan mucho a la escena principal de Mean Streets, al compás de Be My Baby



Talismanes religiosos de Scorsese, parte 4












Talismanes religiosos de Scorsese, parte 5



















Scorsese, De Niro y LaMotta

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