grey gardens


GREY GARDENS (2009)
DIRIGIDA POR MICHAEL SUCSY
ACTÚAN: JESSICA LANGE, DREW BARRYMORE, KEN HOWARD, DANIEL BALDWIN, JEANNE TRIPPLEHORN
ESCRITA POR MICHAEL SUCSY AND PATRICIA ROZEMA
CINEMATOGRAFÍA: MIKE ELEY

Basada en hechos reales, ésta película realizada para televisión (HBO), cuenta cómo Edith Bouvier (Jessica Lange) y su hija "Little Edie" Bouvier Beale (Drew Barrymore), tía y prima de Jacqueline Kennedy Onassis (Jeanne Tripplehorn), pasaron de formar parte de la clase alta neoyorquina a vivir sin dinero ni recursos en una casa en ruinas. Algunas escenas de Grey Gardens también recrean el documental del mismo nombre, filmado en 1975 por los hermanos Maysles (Arye Gross y Louis Ferreira). 

Imagínense la expresión de alegría en el rostro de Little Edie al escuchar que alguien estaba interesado en hacer una película en la que las estrellas fueran nada más y nada menos que ella y su madre. "Ésta es la oportunidad para revivir mi carrera," dice Edie, rodeada por la maleza crecida, los gatos abandonados y basura que abundan en su hogar, la antiguamente hermosa mansión Grey Gardens, en East Hampton. La mansión, el lugar favorito de Edith, fue adquirida por ella y su esposo Phelan en 1924, donde la familia solía pasar veranos en la playa y jugando en los preciosos jardines hasta mediados de los treinta, cuando el matrimonio de los Beale se terminó. Debido a la gran depresión económica de la época, todos los empleados que trabajaban en la casa fueron despedidos y ese fue el comienzo de el proceso de declive de la propiedad. Durante un tiempo, la casa fue habitada solamente por Edith y luego por madre e hija. 

Nadie, ni sus propios hijos o su sobrina, pareció comprender por qué Edith, sin un centavo, optó por quedarse en su mansión, que cada vez estaba en peores condiciones, en lugar de mudarse a una casa a la cuál podría mantener en un mejor estado y vivir con más comodidad. Ella se reía cada vez que alguien le planteaba la idea de mudarse, "éste es el único lugar en el que siempre sentí que puedo ser yo misma", explicaba Edith, recordando lo feliz que se sentía en esa casa cuando su vida era, según ella, perfecta. Edie nunca se volvió a marchar de Grey Gardens, ¿quién cuidaría a su madre si ella se iba? Ambas estaban encadenadas a la mansión. Ya no había dinero, ya no había agua ni gas, había basura podrida por todos lados, pero ellas no se iban a mover de ahí. 

En mi opinión, ésta es una película sobre fantasías nunca realizadas y sueños jamás cumplidos. Edith amaba cantar más que nada en el mundo entero, era lo que quería hacer por el resto de su vida, pero su esposo Phelan la obligó a dejar su carrera como cantante cuando se casaron y tuvieron hijos, él le aseguraba que cada vez que cantaba frente a un público estaba haciendo el ridículo. Edie deseaba convertirse en una exitosa actriz, iluminando los escenarios de Broadway. Al mudarse a la ciudad de Nueva York con su padre, la joven estaba segura de que lograría cumplir su deseo, pero su padre no estaba de acuerdo y cuando se enteró de que su hija estaba viéndose con un hombre casado la envió de vuelta a Grey Gardens. Edie se escapó y volvió a la ciudad, pero cuando su amante la dejó, ella llamó a su madre para contarle lo sucedido y Edith le rogó que por favor regresara a casa, que no la dejara sola. Entristecida y con el corazón roto, Edie decidió volver a casa. Al principio de la película, oímos decir a Edith que cuando Edie se estresa o no se encuentra bien, se le cae el pelo, lo cual ocurre unos días después de su regreso a Grey Gardens. En las escenas en las que podemos ver a Edith cantando o a Edie bailando y siendo el centro de atención, las caras de ambas brillan de felicidad y es muy triste ver el efecto que tiene en ellas el no poder dedicarse a lo que más les gusta, ya sea porque alguien se los prohíbe o porque ya es demasiado tarde o porque no se encuentran lo suficientemente bien. Hay gente que tiende a romantizar la historia, opinando que fueron dos mujeres de carácter rebelde que lograron crear un mundo en el que se sentían seguras y cómodas o que fueron capaces de vivir como querían ellas sin prestarle atención a lo que los demás pensaban, pero la realidad es que no es una historia de vida admirable, es triste y para nada envidiable, aunque cada uno tiene derecho a su propia opinión. Aunque sí pienso que es una historia triste, no siento asco ni rechazo por ellas, hasta me dan ganas de poder ayudarlas. 


En cierto modo, mientras miraba la película, noté que el estado y proceso de deterioro de la casa a lo largo de los años es casi como una metáfora del estado en el que se encontraban Edith y Edie. Parecía como si el declive de la mansión coincidiera con el declive de ambas mujeres. Hay varias escenas que son desgarradoras, debo admitir que lagrimeé más de una vez. Hubo una escena en especial que me entristeció, no quiero decir cuál, pero la imagen de madre e hija abrazándose, angustiadas y asustadas, casi me hizo llorar.

Durante los primeros treinta minutos de la película, no estaba muy convencida de si me iba a gustar o no. La razón es que, comparada con el documental de 1975, ésta película es mucho más bella estéticamente, inclusive en los momentos en los que se supone que viven en un chiquero la casa no luce tan decadente como lo era en realidad. Pero bueno, es una película producida para HBO con actrices reconocidas, era bastante predecible que no igualaría la fealdad, autenticidad y deterioro del material original. Tampoco me gusto la música que se compuso para Grey Gardens, no me refiero a las canciones que cantaban y bailaban Edith y Edie, sino a la música compuesta especialmente para la película, me pareció muy melodramática. La cinematografía me pareció buena aunque no fue algo que me llamó mucho la atención, me gustó pero no me pareció nada fuera de lo normal. De todos modos, la ambientación, el maquillaje y el vestuario me impresionaron bastante. El guión me resultó lo suficientemente creíble y tuvo poquísimos momentos en los que se sintió algo melodramático. Y, bueno, las actuaciones son lo que hacen que Grey Gardens realmente valga la pena.

Esta es definitivamente la mejor actuación de Drew Barrymore, sin duda alguna. Creo que todos estamos acostumbrados a verla en películas que, a pesar de que ella siempre me resulta carismática y simpática, no son muy buenas que digamos. La verdad que me sorprendió, estuvo mejor de lo que me imaginé y, si se fijan en el documental, tenía muy bien aprendido el personaje de Little Edie y sus gestos y características. Es terrible pasar de lo hermosa y joven que Edie luce cuando vive en la ciudad y se siente feliz al cambio total de Edie, pelada y con su abrigo de piel, viviendo con su madre rodeada de suciedad años después. La interpretación de Jessica Lange es brillante, pero ya estoy acostumbrada a ser testigo de sus talentos actorales, de hecho, la razón principal por la cuál hoy elegí ver Grey Gardens fue ella. Mi novio y yo nos pasamos toda la semana pasada viendo capítulos de American Horror Story sin parar y, aunque hace tiempo que soy seguidora de Jessica Lange, gracias a la serie ahora la aprecio aún más. Últimamente estoy tan acostumbrada a verla en la piel de mujeres fuertes y de carácter difícil, que verla tan envejecida y vulnerable me partió el corazón, ambas actuaciones me conmovieron muchísimo. 


Debo decir que me pareció acertada la elección de relatar el pasado de Edith y su hija mediante flashbacks, ya que en el documental original uno no llega a conocer tanta información sobre sus vidas, así que me resultó interesante conocerlas más.

Michael Sucsy, el director, afirmó que utilizó cartas y diarios escritos por Little Edie, y que entrevistó a familiares, amigos y al cineasta Albert Maysles. A pesar de que la famosa mansión se encuentra en Nueva York, toda la película se filmó en distintas ubicaciones en Canadá. La película y ambas actrices principales recibieron premios y reconocimiento de parte de la crítica y del público, en mi opinión, Grey Gardens debería haber sido estrenada en cines.

En fin, Grey Gardens una película, más que nada, conmovedora y algo trágica. Digo "algo" porque supongo que el final puede ser considerado un final feliz, al menos para Edie. Si son fanáticos de alguna de las dos actrices principales, se las recomiendo aún más, y si no lo son, aún así creo que vale la pena invertir una hora y media de sus vidas en ver Grey Gardens.


Las Edith y Edie auténticas

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