Proyecto Scorsese, parte I: Arte contra la guerra y definiendo su identidad

Desde el mes de octubre pasado que vengo pensando en hacer una especie de retrospectiva de la carrera de Martin Scorsese, enfocándome en ciertas películas que han marcado su carrera, el cine y a mí misma. Para hacerlo, voy a volver a ver sus películas y analizarlas según mi propia interpretación, aunque también citando frases u opiniones que me hayan resultado interesantes provenientes de otros sitios web y otras personas. Scorsese es mi director favorito y una enorme inspiración. Admiro profundamente su manera cautivante de contar historias, sus conexiones personales con cada película que realiza, su pasión por proteger y preservar las películas que más ama, su devoción por el cine y la música, y su contagiosa humildad. A lo largo de esta serie de posts, me gustaría, en lo posible, encontrar aquellos temas y detalles que, de algún modo u otro ligan y conectan a todas sus películas entre sí. Esta primer parte se centra en un corto que el cineasta realizó en 1967 y su primera película, Who's That Knocking At My Door? o I Call First.

THE BIG SHAVE O VIET '67

 


Scorsese realizó este corto en 1967 como proyecto final de una maestría que hizo en la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York, luego de obtener su licenciatura en 1964 (1). El actor que lo protagoniza se llama Peter Bernuth (2) y el corto fue parte de una producción llamada The Angry Arts Against the War. Ganó Le Prix de L'Age d'Or en el Festival de Cine Experimental en Bélgica en 1968 (3)

The Big Shave comienza con tomas de un baño limpio e impecable. Un hombre joven y atractivo entra en el baño y comienza a afeitarse, poniendo la crema en su rostro y pasando la máquina de afeitar, un acto perfectamente cotidiano y banal. Pero una vez que la crema y su barba desaparecen, el muchacho sigue afeitándose, cortando su piel hasta que empieza a sangrar, más y más a medida que pasan los segundos. Cuando termina de cortar su rostro, baja hacia el cuello y se proporciona un enorme y sangriento tajo. A medida que todo esto ocurre, el hombre no parece sentir ninguna clase de dolor y mantiene una expresión alarmantemente apática en su rostro. La sangre que fluye de las heridas gotea hacia abajo, a lo largo de su torso, la pileta blanca está bañada en sangre, la pantalla se tiñe de un rojo sólido e intenso. 

En mi opinión, el acto de afeitarse simboliza el pasaje de niño a hombre, y durante décadas, inclusive hasta el día de hoy, es considerado casi como una tradición y un acto de honor que el hombre vaya a luchar en las guerras (en este caso, Scorsese se refería a la de Vietnam). A lo largo de los cinco minutos de duración, observamos como un acto completamente normal se transforma en algo perturbador, como las guerras mismas, que presentan una fachada de "luchar por la patria y defender lo que es de uno con coraje" pero no son más que actos de pura violencia y asesinatos, esta es la sangre inocente que se esconde en las guerras detrás de una fachada de honor. La reacción apática y desconectada de la realidad puede verse como un ejemplo de lo sumidos y normalizados que nos encontramos con respecto a la violencia, como si fuera un aspecto cotidiano de nuestras vidas y, en el caso de la guerra, lo correcto... pero, ¿así luce lo correcto?. La canción que suena durante el cortometraje es I Can't Get Started, compuesta por George Gershwin, alguien que representó y representa el espíritu norteamericano, razón por la cual fue una decisión ingeniosa por parte del director utilizar una de sus canciones, metaforizando la decadencia de los ideales y valores de un país que ensució sus manos con sangre. Scorsese simboliza el sacrificio de la juventud norteamericana que luchó en Vietnam, su pérdida de inocencia y, en numerosos casos, de vida. "El comportamiento obsesivo y auto destructivo del hombre actúa como una metáfora de la participación de los Estados Unidos en el conflicto de Vietnam. La naturaleza metódica con la que se efectúa la violencia en el corto es una analogía de la máquina de guerra que destroza hombres con la misma indiferencia hacia sus vidas y sus cuerpos." (4)

WHO'S THAT KNOCKING AT MY DOOR O I CALL FIRST 


Who's That Knocking At My Door? es el debut cinematográfico de Scorsese, su primera película, cuyo proceso de filmación duró varios años. Su elaboración comenzó en 1965 como un corto estudiantil que solamente se enfocaba en la relación del protagonista, J.R., y su grupo de amigos. En 1967, la trama del romance entre él y una chica, que domina la mayor parte de la película, fue incluida. Ese mismo año, se estrenó en el Festival de Cine Internacional de Chicago, pero, finalmente en 1968, un distribuidor ofreció comprar la película y distribuirla con la condición de que se le agregara una escena de sexo para incrementar las posibilidades de marketing (1). Fue entonces cuando Scorsese agregó una escena en la que el protagonista tiene relaciones con distintas prostitutas, inspirada por el cine europeo de los 60's, como por ejemplo, Bertolucci

"...Scorsese llena sus películas con talismanes personales..." -J. Hoberman, Modernismo Vulgar: Escritos sobre películas y otros medios, 1991

Scorsese mismo ha asegurado que, hoy en día, la película es interesante desde el punto de vista de una cápsula del tiempo que documenta las actitudes y costumbres vigentes durante un período de constante cambio social (2). Pero, a pesar de su insatisfacción hacia ella, está marcada por sus ya reconocidos y personales detalles, técnicas cinematográficas, sus preocupaciones y el inicio de sus legendarias colaboraciones con la editora Thelma Schoonmaker. Who's That Knocking At My Door? es relevante y provee una mirada profunda dentro de los temas, argumentos e intereses claves de Scorsese y su desarrollo, a través de ellos, como un cineasta idiosincrático y distintivo. 

Harvey Keitel es J.R.
La película comienza con una escena que alterna imágenes de una estatuilla de la Virgen sosteniendo al niño Jesús con imágenes de una mujer italiana (Catherine Scorsese, la madre del director) cocinando la comida que luego le servirá a sus hijos. Un mensaje claro y directo de los conceptos católicos y la exploración de la religión que tanto caracteriza la obra de Scorsese, en especial, el conflicto del hombre y la culpa católica. Y también, la figura de su madre simboliza a la familia y la relación del hombre con ella, su pertenencia a ella y al lugar espiritual, emocional y físico del que proviene. Inmediatamente, el director nos traslada a la calle, donde conocemos a J.R., interpretado por un joven y poco experimentado Harvey Keitel, y a su grupo de amigos, que se pasan los días vagabundeando por el barrio, emborrachándose, pidiendo y debiendo dinero, buscando chicas y desafiándose entre ellos. Es decir, básicamente, no hacen absolutamente nada, no trabajan y no parecen tener muchos intereses. 

Una tarde, mientras espera el ferry de Staten Island, J.R. conoce a una chica (no tiene nombre, en los créditos aparece simplemente como "The Girl"), interpretada por Zina Bethune, una actriz de teatro y televisión. Él muestra interés en ella al notar que está leyendo una revista de cine francesa en la que se puede apreciar una fotografía de John Wayne. Esta escena, junto con el contexto religioso, son lo que más conectan al personaje con Scorsese, ficción con realidad, ya que J.R. intenta ganarse el interés de la chica mediante sus conocimientos sobre cine. Él comienza a relatarle con entusiasmo partes de The Searchers, western de John Ford protagonizado por Wayne. Sí, definitivamente es Martin Scorsese. En The Searchers, el personaje de Wayne pasa diez años de su vida buscando a su sobrina, pero cuando la encuentra, descubre que ella ha adoptado el lenguaje y las costumbres de los nativos que él tanto odia y, está tan preso de su cultura, sus creencias y su odio, que considera matarla (3). El caso de J.R. obviamente no llega a tal extremo, pero a causa de su cultura y sus creencias, aleja y maltrata a la mujer de la cual está enamorado. 
La relación entre J.R. y sus amigos parece basarse principalmente en demostrar si son lo suficientemente hombres y esforzarse de formas patéticas para imponer autoridad y ocupar el rol con el cual la sociedad les asegura que deben cumplir. Por ejemplo, hay una escena en la que uno de los muchachos se está besando con una chica, y mientras esto ocurre, el le roba dinero de su cartera. Cuando ella se da cuenta de que "perdió" su dinero, el la trata de descuidada y le ofrece "pagar" su viaje en taxi con la misma plata que le sacó. Me parece una escena increíble porque demuestra la desesperación de imponer poder y hombría ante una mujer. J.R. se siente obligado a ser fiel a las reglas que imponen sus amigos, su barrio y su religión. 

J.R. y sus amigos
J.R. conoce a la chica
J.R. y la chica salen a caminar, charlan, se ríen y la pasan bien, pero luego aparece la primera escena en la que es posible apreciar la actitud problemática del protagonista. Ambos están en la casa de él, besándose, con crucifijos y vírgenes presentes detrás de ellos en todas las habitaciones. A ella le llama la atención la estatuilla de la Virgen que vimos durante los primeros minutos de la película, pero cuando intenta agarrarla, él le dice "no la toques", simbolizando la idea de pureza que no debe ser corrompida. Se acuestan en la cama y continúan besándose cada vez más apasionadamente, pero J.R. frena la situación y le dice que la ama, y que por esa misma razón no puede seguir con lo que están haciendo. Ella lo mira con confusión, y él le asegura reiteradas veces "si me amas, entenderás a lo que me refiero." A lo que J.R. se refiere es al complejo de Madonna-Whore (o Madonna-Prostituta), descrito por Freud de la siguiente manera: "La inhabilidad de mantener excitación sexual dentro de una relación comprometida y amorosa. Este complejo se desarrolla en hombres que ven a las mujeres como santas Madonnas o decadentes prostitutas. Los hombres que sufren de este complejo desean una relación sexual con una mujer que vean como degradada (la prostituta) mientras que no pueden desear a su pareja por la quien sienten respeto (la Madonna). Donde esos hombres aman no tienen deseo y donde desean no pueden amar." (4)





En otro momento revelador, la pareja sale del cine luego de haber visto Rio Bravo, otro western protagonizado por Wayne. La chica expresa que le gustó el personaje que interpreta Angie Dickinson, pero J.R sonríe y le explica que ese personaje es una "mujerzuela" (broad), y que las mujerzuelas son distintas a las chicas. Que con una mujerzuela no te casas. A ella le resulta ridículo, pero se da cuenta de que él habla en serio. En Rio Bravo, el personaje de Dickinson es una mujer con carácter y belleza que expresa sus deseos, se enfrenta a los hombres y participa de sus apuestas. "Te gusta lo que ves, te gusta besarme, te gusta lo que tocas, pero vos decidiste desde un principio el tipo de chica que soy," es parte de lo que Dickinson le dice al personaje de Wayne durante una escena en la que él le confiesa que no quiere que vista un atuendo sensual (5)


Angie Dickinson en Rio Bravo
Durante la escena en la que J.R. le explica la diferencia entre una mujerzuela y una chica, Scorsese introduce repentinamente una escena completamente distinta, casi opuesta. Es la escena de sexo que el director tuvo que agregar para que distribuyeran su película. Suena la atmosférica y fantasmagórica "The End" de The Doors, J.R. tiene relaciones con tres prostitutas, tres mujeres que no significan nada para él, y están dentro de una habitación completamente vacía excepto por la cama en la que están acostados, lo cual creo que simboliza el hecho de que él sólo está allí con el propósito de tener sexo, es lo único que busca en esa habitación, porque para todo lo demás la tiene a la chica a quien ama. Cuando J.R. se viste y observa a una de las prostitutas desnuda en la cama, saca de su bolsillo un mazo de cartas y las tira encima de ella. Es una escena bastante ambigua, pero lo que yo interpreto es que asocia el jugar a las cartas y apostar con el sexo, porque ambos son hábitos mal vistos por su religión, pero que aún así forman parte de su vida. Nunca se da a entender por completo si esta escena es real o una fantasía producto de sus deseos, pero opino que de cualquier manera sigue transmitiendo las mismas ideas y conceptos dentro de la historia, en mi opinión no tiene demasiada importancia aquel detalle, pero queda libre a la interpretación de cada uno. 

Sosteniendo el mazo de cartas
Tirando las cartas sobre la prostituta 
A continuación, ocurre la escena más dramática de la película, en la que la chica, queriendo serle honesta a J.R., le confiesa que hace unos años atrás fue violada y que, por ende, no es virgen. La chica se abre completamente a él, confiando en que la va a comprender y consolar, pero cuando ella termina de contarle detalladamente el incidente, J.R. luce decepcionado y frustrado. La mira y la acusa de estar mintiendo y de que "eso no tiene sentido", de que en todo caso es su culpa por haber aceptado salir a dar una vuelta con un hombre que no conocía. Ella está sorprendida y herida, no esperaba esa clase de reacción, y decide marcharse. J.R. no lo admite, pero seguramente en alguna parte de su ser sabe que no tiene razón, pero ese es el famoso conflicto de Scorsese: el hombre y sus deseos versus su moral y su fe. La escena que muestra de manera bastante sutil, comparando con el cine actual, la violación que sufrió la chica es perturbadora, y increíblemente editada por Thelma Schoonmaker: lo que al principio parece un tranquilo paseo en auto con una canción romántica de fondo se va transformando en la peor noche de su vida, mientras que la música comienza a sonar más fuerte y distorsionada, como si el vinilo estuviera saltando en el toca discos, a medida que la situación va empeorando. Es tan sólo un detalle, pero produce un gran efecto en el espectador y en las emociones que transmite la escena.


Tras una noche de emborracharse con sus amigos, J.R. se dirige hacia el departamento de la chica y, cuando le toca el timbre, ella lo invita a pasar. Luego de charlar brevemente, la besa y le pide perdón por lo que ocurrió la última vez que se vieron, por su reacción ante la situación. Le confiesa que se siente mal por lo que pasó y comienzan a besarse con ternura, hasta que, de pronto, él le dice: "lo entiendo y te perdono." Ella se detiene y lo mira, no pudiendo creer lo que escucha, indignada. Pero él lo empeora aún más al declarar "me voy a casar con vos de todos modos." La chica, entristecida, le responde que ella nunca se casaría con él sabiendo que piensa de ese modo. J.R. se ofende y exclama que se tendría que sentir agradecida de que aún desea casarse con ella, defendiendo su orgullo. La juzga por no conformarse con que la ama y la insulta violentamente, pero aunque le pide disculpas un segundo después, ya no hay vuelta atrás. Ella le pide que se vaya a su casa. Es cierto que, comparada con numerosas escenas de otras películas de Scorsese no tiene el mismo impacto, pero es una escena intensa e indignante que refleja una cruda realidad de los conflictos que han existido siempre entre los hombres y las mujeres. La escena deja en claro que J.R. no intentará reflexionar y salirse de su burbuja para comprender la situación de la chica, sino que seguirá preso en su mundo de costumbres y normas anticuadas, cerradas e hipócritas.


El protagonista entra a una iglesia y empieza a confesarse ante la imagen de Jesús. Mientras reza y besa un crucifijo, se alternan escenas de él tocando un par de piernas, la madre sirviendo la comida como al principio y, de pronto, aparece la cara de la chica interpretada por Bethune y un fuerte grito que culmina con sus rezos. Este final de J.R. en la iglesia puede ser visto como el anticipo de Mean Streets (1973), que comienza con Harvey Keitel rezando, justamente, adentro de una iglesia. Who's That Knocking At My Door? es Martin Scorsese explorando sus intereses, su talento, sus preocupaciones y definiendo su identidad como cineasta. La película debería ser admirada por presentar a un protagonista complicado y bastante desagradable que se esfuerza por vivir su vida lidiando con sus influencias culturas y sociales, y sus verdaderas aspiraciones y deseos

Según Mardik Martin, guionista, compañero durante sus años en la Universidad de Nueva York y colaborador durante los primeros pasos de la carrera de Scorsese: "Hay cosas en el personaje que son un poco diferentes. Marty no está tan confundido como Harvey parece estar en estas películas (ésta y Mean Streets). En la vida real, Marty no era un peleador ni causaba problemas, se mantenía alejado de todo eso, pero era un observador genial. Así que en cuanto al personaje siendo un alter ego de sí mismo, es posible que internamente lo fuera, especialmente lo relacionado a la iglesia y a las influencias religiosas. Marty está interesado mucho en los rituales y eso se puede apreciar en Who's That Knocking..., lo cual deja muy en claro que es algo que proviene de su interior." (6)



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