maratón lgbt: paris is burning


Después de días ocupados por el estudio y las pruebas del colegio, finalmente tenía una tarde libre, sin nada que hacer. Decidí ocupar ese tiempo libre volviendo a ver uno de mis documentales favoritos, Paris is Burning. Filmado por Jennie Livingston desde mediados hasta fines de los ochenta, la historia se centra en una comunidad de trans y homosexuales, mayormente negros y latinos, viviendo en Nueva York. Livingston los entrevista y los sigue en su día a día, pero la parte más interesante es que nos introduce en el mundo de los balls (o bailes), competencias en las que los participantes desfilan, divididos en categorías y siendo juzgados por sus disfraces, su belleza, su actitud y movimientos. Estas competencias existen desde hace décadas, aunque fueron cambiando y se fueron modernizando con el correr del tiempo. 



Por momentos, me olvido que estoy viendo todo a través de una pantalla, siento como si estuviera ahí mismo, presenciando las cosas con mis propios ojos. En la superficie, el documental parece simplemente mostrarnos la belleza, energía y pasión de los integrantes de esta comunidad, el lado bueno. Pero, la realidad no se basaba solamente en esos factores. Muchas de estas personas habían sido rechazadas o abandonadas por sus familias, marcados como marginados sociales, sin dinero ni un trabajo estable. Bajo la superficie, Paris is Burning toca el racismo, discriminación e impotencia que ellos sufrían. 

Al principio de la película, escuchamos a un joven recordar algo que su padre le dijo: "Tenes tres puntos en contra en esta vida. Todos los hombres negros tienen dos, ser negros y ser hombres. Pero vos sos negro, hombre y gay, así que vas a tener una vida muy difícil y, si realmente querés seguir ese camino, vas a tener que ser más fuerte de lo que te habías imaginado." 

Dentro de esta comunidad, todas las personas que se sentían solas y dejadas de lado podían encontrar un lugar en el mundo. En una parte del documental, algunos protagonistas nos explican lo que significa para ellos el concepto de "casa". Existen distintas casas, cada una tiene un nombre distinto y un padre o madre que cuida y se hace cargo de cada integrante, así se forman familias sustitutas. Las casas también compiten entre sí en los bailes. Livingston nos presenta a las casas de LaBeija, de Xtravaganza, de Ninja, de St. Laurent y de Pendavis. 



Livingston se dedicó a crear Paris is Burning durante siete años, entrevistando a figuras importantes que formaban parte de este movimiento cultural. Los protagonistas del documental, los entrevistados que más información y anécdotas aportan son:
  • Dorian Corey, una veterana de los bailes y la cultura lgbt que nos ofrece toda su experiencia y sus conocimientos. En la película, aún se la muestra activa en la comunidad, asistiendo a las competencias como jueza o como figura legendaria, y nos cuenta los cambios que han ocurrido, cómo solían ser los bailes en épocas anteriores. Dice que antes, todas querían lucir como estrellas de cine, querían ser Marlene Dietrich o bailarinas de Las Vegas, vestidas con plumas y lentejuelas, pero hoy en día la meta es parecer una supermodelo como Christie Brinkley y Cindy Crawford. Antes, cada uno creaba su disfraz y lo lucía lo mejor que podía, ahora lo fundamental es que sea de diseñador, que tenga una etiqueta de alguna marca conocida. Dorian suena nostálgica cuando habla del pasado y de los sueños que tenía cuando era joven, pero acepta la realidad y dice que lo más importante en la vida es disfrutarla y vivirla, aunque no te conviertas en una celebridad admirada y recordada por todo el mundo


  • Pepper LaBeija, otro veterano y padre de una de las casas (me referiré a él en masculino porque, según el documental, entendí que no se identificaba como mujer). A diferencia de Dorian, a Pepper lo podemos ver desfilar como participante en las competencias. Pepper habla sobre la importancia de las casas para las personas que se unen a esta comunidad, contándonos sobre la relación entre él y su madre, quien lo quería pero se sentía avergonzada de su hijo. Él dice que cuando tus propios padres te rechazan, tenes que buscar a alguien que ocupe ese lugar, que llene el vacío que ese rechazo te produjo, y que él ocupa ese lugar para muchos de los jóvenes que pasan a formar parte de su casa. Pepper es alguien que los puede aconsejar, alguien en quien ellos confían porque saben que no los va a discriminar y que los entiende. Pepper nos cuenta que nunca consideró necesario hacerse una operación de cambio de sexo porque, desde su punto de vista, las mujeres no la pasan mejor que los hombres, ellas también tienen problemas y desventajas dentro de la sociedad. Otro comentario que hace, es que toda su vida le pareció injusto ver gente que tiene millones de dólares y que puede darse todos los gustos, mientras que él nunca pudo disfrutar de mucho dinero, ¿por qué ellos sí podían y él no?

  • Venus Xtravaganza, una mujer trans que vivió sin su familia desde su adolescencia, encontrando la manera de sobrevivir en la ciudad. En 1983, pasó a formar parte de la casa de Xtravaganza y a tener como madre a Angie Xtravaganza. A lo largo de la película, Venus nos cuenta que aún no ha podido operarse, pero que de todos modos los hombres la consideran atractiva gracias a sus rasgos delicados, su baja estatura, su piel blanca y su cabello rubio. Ella desea más que nada en el mundo ser una chica rica y blanca porque considera que ellas lo tienen todo, y lo que no tienen lo consiguen fácilmente. Venus presenta otro de los factores que dejan de lado al mundo de fantasía y diversión cuando habla sobre sus experiencias como prostituta. Cuenta que una vez un cliente se dio cuenta de que en realidad era una mujer trans y se puso muy violento, ella tuvo que saltar por la ventana y salir corriendo. Este tipo de situaciones eran muy peligrosas. Luego, en lo que personalmente considero el momento más escalofriante del documental, Venus dice que tiene mucho miedo de contraer HIV, que en esa época era algo de lo que no se sabía mucho y era considerado una especie de "cancer gay" por la sociedad. Venus no busca convertirse en una modelo o actriz famosa, su único sueño es poder ser una mujer, casarse y tener su propia familia, ser una ama de casa. 

  • Willi Ninja, bailarín y precursor del vogue o vogueing, un estilo de baile que eventualmente fue popularizado por Madonna. Willi es el padre de la casa de Ninja, pero pasa la mayor parte del documental mostrándonos lo que es el vogue, de donde proviene y cómo se baila, es un lujo ver todas las escenas en las que aparece. Se podría decir, viendo el documental, que de todas las personas que aparecen, él fue el más exitoso, logrando conseguir la fama con la que tanto soñaba, trabajando como coreógrafo, bailarín (sobre todo el videos musicales), modelo y hasta dueño de una agencia de modelos. Es increíble poder ver su dedicación a la danza, hasta caminar es todo un arte para él, lleno de gracia y precisión. 

  • Por último, Octavia St. Laurent, otra mujer trans, que al igual que Venus, gozaba de una gran belleza. Aunque ambas soñaban con ser millonarias, los sueños de Octavia eran diferentes a los de Venus, ella quería llegar a ser una supermodelo, como su favorita, Paulina Porizkova. Quería que la gente la reconociera como una famosa actriz o cantante, quería llegar a ser alguien, no envejecer sin haber logrado nada. En su comunidad, Octavia se siente fabulosa, gana premios en las competencias gracias a su feminidad, pero cuando la vemos en un casting de modelos en un shopping, rodeada de cientos de mujeres, no se siente de la misma manera, lo más probable es que allí no vaya a ser la ganadora del primer premio. Aún así, no deja de mostrarnos su hermosa sonrisa, hablando sin parar sobre sus sueños de grandeza. 



Si nos ponemos a analizar a los cinco protagonistas que acabo de describir, podemos encontrar una cosa que todos tenían en común: los sueños y la esperanza. En el caso de Dorian y Pepper, tenemos a dos personas que se han resignado a esos sueños y han aceptado sus realidades. Por otro lado, Venus y Octavia aún tienen presentes sus sueños y esperan poder cumplirlos algún dia. Y Willi, quien ya ha alcanzado sus sueños, o parte de ellos. 

Otro factor en común podría ser el deseo que sienten de conseguir cosas que ven a otros tener. Como mencioné antes, Livingston muestra el contraste entre la minoría de la comunidad trans y gay de afroamericanos y latinos, y el grupo predominante en la sociedad de blancos de clase media, media-alta y alta. Por ejemplo, Pepper contando la envidia que sentía cuando veía en las revistas imágenes de gente blanca cabalgando y disfrutando de un buen vino en una fiesta lujosa; Octavia paseando por negocios, admirando trajes y vestidos que están fuera de su alcance; Venus, con su ideal de la chica blanca que consigue todo lo que quiere o su sueño de la familia tradicional. Todas las personas que conocemos en Paris is Burning no nacieron con ese tipo de beneficios y lo más probable es o que no los consigan o que tengan que luchar para conseguirlos, nada les será entregado en bandeja de plata. 

Es más, algunas de las categorías de las competencias consisten en ver quién puede parecerse más a un hombre o mujer común y corriente, vistiéndose como un empresario, una mujer adinerada o un alumno escolar, pasando desapercibidos. Ellos desean la posibilidad de tener los mismos derechos que esas personas sin la necesidad de prostituirse o robar ropa y comida, desean dejar de ser una minoría y de ser tratados como un virus contagioso.  



Paris is Burning fue lo que me inspiró a hacer una especie de maratón de películas que tengan que ver con la comunidad LGBT. Voy a elegir mis favoritas sobre este tema y voy a escribir sobre ellas, porque nunca voy a dejar de expresar lo importantes que estas películas y documentales son para nuestro avance como personas y como sociedad. Paris is Burning no es sobre disfraces y pasos de baile, es sobre gente que tiene al mundo en su contra, personas que por decidir vivir sus vidas como sus mentes y sus corazones les dicen deben enfrentarse a enormes prejuicios e injusticias y aún así aprender a sobrevivir, defendiendo sus identidades y sus derechos. Pienso que dos de las cosas más indispensables que cada ser humano debería tener son una mente abierta, para poder aceptar a los demás sin discriminar, y empatía, para aprender a ponerse en el lugar del otro y comprenderlo. 

Aunque creo que la sociedad ha avanzado desde la época en la que Paris is Burning se filmó, todavía considero que falta. Me llena de felicidad saber que veinte países en el mundo, entre ellos el mío (Argentina), permiten el matrimonio igualitario, pero espero con ansias el día en que ya no haya que establecer más leyes porque la comunidad LGBT tenga absolutamente todos los mismos derechos y oportunidades que nosotros, el día en que no se discrimine más a alguien por su orientación sexual o género y, ya que Paris is Burning toca el tema, el día en que ya no se discrimine a alguien en situaciones sociales o laborales por ser portador de HIV. 

Paris is Burning es sumamente importante y fascinante porque no existe nada más conmovedor y admirable que ver a un grupo de personas luchar por su derecho a vivir una vida digna. A decirle que no al lugar que la sociedad ha creado para ellos como minoría, como un grupo inferior. Livingston logra resumir todo esto maravillosamente en tan solo 71 minutos de pura emoción. 






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